Los eclipses solares y lunares forman parte de los fenómenos astronómicos más fascinantes que han sorprendido a la humanidad, y gracias al avance de la astronomía, la explicación del porqué y cómo ocurren estos espectáculos celestiales ya es una realidad.
Gracias a los estudios, se puede saber que un eclipse solar ocurre cuando la Luna pasa entre el Sol y la Tierra, lo que lleva a que se bloquee parcial o totalmente la luz solar que llega al planeta. No obstante, este estupendo fenómeno solo puede suceder cuando hay luna llena, en el momento en que la Luna y el Sol están perfectamente alineados.
Existen tres tipos de eclipse solares:
- Eclipse total: en este tipo de eclipse, la Luna cubre completamente el disco solar, creando una sombra total en la Tierra. Este fenómeno puede durar hasta 7 minutos y 30 segundos, y solo es visible en una pequeña franja de la Tierra, conocida como la «sombra total». Un ejemplo de esto fue el eclipse total de sol del 21 de agosto de 2017, que cruzó Estados Unidos, generando una gran expectación.
- Eclipse parcial: en este caso, la Luna solo cubre una parte del Sol, creando una sombra parcial. Este tipo de eclipse es más común y puede ser visto en una zona mucho más amplia que el eclipse total.
- Eclipse anular: este eclipse ocurre cuando la Luna está más lejos de la Tierra en su órbita, y su tamaño aparente no es suficiente para cubrir completamente el Sol. El resultado es un «anillo de fuego» alrededor de la Luna. El eclipse anular más famoso fue el del 26 de diciembre de 2019, visible en partes de Asia y el Pacífico.
¿Por qué ocurren los eclipses solares?
Estos fenómenos astronómicos no ocurren todos los meses, ya que solo son posibles cuando existe una alineación precisa de tres cuerpos celestes: la Tierra, el Sol y la Luna.
Solo cuando la Luna se encuentra en el nodo, el punto donde su órbita cruza la órbita de la Tierra alrededor del Sol, puede producirse un eclipse.

El eclipse lunar
A diferencia de los eclipses solares, un eclipse lunar se produce en el momento en que la Tierra se interpone entre el Sol y la Luna, llegando a proyectar su sombra sobre el satélite natural. Para que ocurra un eclipse lunar, debe ser luna llena, ya que la alineación precisa entre la Tierra, la Luna y el Sol es esencial.
Al igual que el eclipse solar, hay diversos tipos de eclipses lunares:
- Eclipse lunar total: este es el eclipse lunar más impresionante, cuando la Luna pasa completamente a través de la sombra más oscura de la Tierra, llamada umbra. Durante este evento, la Luna puede adquirir un tono rojizo, conocido como la «Luna de sangre». Esto ocurre debido a que la atmósfera de la Tierra dispersa la luz solar, y la luz roja es la que se refracta hacia la Luna. Un ejemplo reciente de un eclipse lunar total fue el del 15 de mayo de 2022, que dejó a la Luna con un hermoso color rojo.
- Eclipse lunar parcial: en este caso, solo una parte de la Luna pasa a través de la sombra de la Tierra, creando un efecto parcial. Este tipo de eclipse es más frecuente que el eclipse lunar total.
- Eclipse penumbral: este tipo de eclipse es más sutil y ocurre cuando la Luna pasa a través de la sombra más débil de la Tierra, conocida como penumbra. La Luna solo se oscurece ligeramente, por lo que es más difícil de observar a simple vista.
Explicación del eclipse lunar
Un eclipse lunar resulta de la alineación entre la Tierra, la Luna y el Sol, pero son más frecuentes que los eclipses solares. El ciclo de eclipses lunares sigue el patrón de las fases lunares, y como la órbita de la Luna está inclinada solo en unos pocos grados respecto a la órbita de la Tierra alrededor del Sol, la alineación perfecta se da varias veces al año.

El ciclo de saros
Lo que fascina de los eclipses, ya sean lunares o solares, es que se pueden prevesir. Con el ciclo de Saros, un patrón astronómico que permite predecir eclipses, los expertos pueden anticipar los momentos en que ocurrirán los eclipses solares y lunares.
El ciclo de Saros tiene una duración de 18 años, 11 días y 8 horas, y se repite de manera que un eclipse solar o lunar ocurrido en un ciclo puede repetirse aproximadamente en el mismo lugar en el siguiente ciclo, pero ligeramente desplazado en el tiempo y la ubicación.
Fueron los antiguos astrónomos babilonios los que conocieron este ciclo, ya que ellos eran capaces de predecir eclipses con evidente exctitud.
La ciencia en los eclipses
A lo largo de la historia, los eclipses han tenido un gran impacto cultural y científico. Para las civilizaciones antiguas, estos eventos astronómicos eran señales divinas o presagios. Por ejemplo, en la antigua China, se creía que un dragón devoraba al Sol durante un eclipse solar, y los habitantes golpeaban tambores para ahuyentar al dragón.
Desde una perspectiva científica, los eclipses han permitido avances significativos en el estudio del universo. Uno de los descubrimientos más importantes ocurrió durante un eclipse solar en 1919, cuando los astrónomos británicos liderados por Arthur Eddington pudieron confirmar la teoría de la relatividad general de Einstein. Durante el eclipse, observaron cómo la luz de las estrellas cercanas al Sol se desviaba debido a la gravedad del Sol, lo que demostró que la gravedad puede curvar el espacio-tiempo.
¡Prepárate para un eclipse!
Aunque los eclipses son fenómenos sorprendentes, también requieren de precauciones para observarlos. En los eclipses solares, ver directamente al Sol sin protección ocular pueden ocasionar daños severos de la vista.
En ese sentido, expertos recomiendan utilizar gafas especiales para eclipses, que están fabricadas con materiales ideales para evitar la radiación dañina del Sol.
Por su lado, los eclipses lunares son más seguros, se pueden apreciar a simple vista, sin la necesidad de usar algún tipo de protección ocular.
La magia de los eclipses
Los eclipses solares y lunares no solo son fenómenos naturales fascinantes, sino que son también ventanas al entendimiento de los procesos astronómicos que rigen el universo. A través de ellos, hemos aprendido sobre la alineación precisa de los cuerpos celestes, el impacto de la gravedad en la luz, y cómo podemos usar estos eventos para explorar las leyes fundamentales de la física. Al observarlos, no solo somos testigos de un espectáculo visual impresionante, sino que también nos conectamos con la historia de la humanidad y nuestra eterna curiosidad por los misterios del cosmos.
La próxima vez que un eclipse ocurra, ya sea solar o lunar, ten presente que estás atestiguando un fenómeno que cativa y seguirá cautivando a cada generación.